Cada 23 de mayo, Argentina celebra el Día del Cine Nacional, una fecha que no solo conmemora el nacimiento de nuestra cinematografía, sino que también reafirma el valor cultural, histórico y económico de una industria que ha sabido narrar las complejidades de nuestra identidad.
La efeméride se remonta a 1909, cuando Mario Gallo, inmigrante italiano y pionero del cine nacional, estrenó en el Teatro Ateneo de Buenos Aires La Revolución de Mayo. Este film mudo, estructurado en quince cuadros, recreaba los sucesos de la Semana de Mayo de 1810, marcando así el inicio del cine narrativo en el país.
Desde entonces, el cine argentino ha transitado diversas etapas. La llamada “Época de Oro” entre las décadas de 1930 y 1940 consolidó a la industria con estudios como Argentina Sono Film y Lumiton, y figuras como Libertad Lamarque y Luis Sandrini. Décadas más tarde, el “Nuevo Cine Argentino” de los años 90, con directores como Lucrecia Martel y Daniel Burman, renovó el lenguaje cinematográfico, abordando temáticas contemporáneas con una mirada introspectiva.
El reconocimiento internacional no tardó en llegar. La historia oficial (1985) de Luis Puenzo y El secreto de sus ojos (2009) de Juan José Campanella obtuvieron el Premio Oscar a la Mejor Película Extranjera, mientras que Argentina, 1985 (2022) de Santiago Mitre fue nominada en la misma categoría, evidenciando la capacidad del cine nacional para dialogar con audiencias globales.
Hoy desde la Scuola reafirmamos el compromiso con la difusión y expansión del cine argentino. Creemos en el poder del cine para construir memoria, cuestionar realidades y proyectar futuros posibles.
Feliz Día del Cine Nacional